Ojalá pudiera poder decir que estoy bien hasta que llega el momento de fingir, de sonreír y de estar completamente mal por dentro, que por mucho que alguien venga y te anime, dentro de unas horas, días o semanas, me encontraré exactamente igual.. En estos casos lo que más puede reconfortarme es una llamada de mi mejor amigo, los abrazos que me da mi familia, los ánimos, pequeñas muestras de cariño de personas que realmente te quieren.. Pero, está claro que la procesión va por dentro y que por mucho que vuelva a estar bien, los bajones vienen y van y entran dónde y cuando menos te lo esperas. Por lo que actualmente estoy deprimida por un sinfín de cosas, apenas me apetece escribir, no tengo ánimos por nada en este momento, todo lo que tengo en la cabeza es una bola enorme de cosas malas, de cosas, que deseo que tengan solución muy pronto, no tengo ni ganas de salir, ni ganas de ver a nadie, ni nada de nada, mi cuerpo me pide llorar a ratos y es algo que no puedo soportar, por lo que para dormir, estoy tomando tranquilizantes y tilas y eso pues no es agradable, supongo que se me pasará, soy fuerte y esto es tan solo un pequeño tropezón que está siendo difícil de superar por ese sinfín de cosas, pero sé que es posible salir de esta y que con ayuda lo conseguiré, cueste lo que cueste.
lunes, 10 de febrero de 2014
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