Crónicas de un Diario Gatuno - Debilidad.

Poca cosita que contar mis gatitos/as. Hoy he ido a clase a primerísima hora de la mañana, el conserje estaba en la conserjería con puertas y ventanas cerradas mientras los alumnos todos estábamos fuera y moríamos de frío, él ahí.. Vamos, como para que caiga una nevada de -30 grados.. Que nos dejaba ahí temblando de frío con las puertas del Instituto cerradas, en fin, las primeras horas han sido muerta de sueño, luego he ido a la cantina a desayunar, un frío horrible de estos que ni te apetecía sentarte en la silla y poquito después, al tener esa hora libre, he decidido ir el resto de minutos a la biblioteca a adelantar, total que he ido para nada, al poquito tiempo me he ido, los ordenadores de allí no son nada especial, son peor que eso jaja, ya era la hora del recreo casi y he estado en la puerta con mi compañero, asándonos en el sol primaveral que hemos acabado hasta negracos, total que al tocar la "alarma del recreo" que no tenemos no entiendo por qué, hemos empezado a reír, ya que era el conserje tocando con un lápiz a una caja de galletas danesas de esas duras diciéndonos que ya era hora de entrar, así que al entrar, he decidido adelantar trabajos de clase ya que odio dejarlo todo para el último momento y he decidido volverme a casa, por la mañana estaba alegre, feliz, contenta, hasta que ha llegado un momento de esos repentinos que me dan, que me sentía débil, decaída y como si no hubiera tomado mis antidepresivos, un estado muy raro, rarísimo, solamente quiero dormir y se me pasará, de ello estoy segura, quizás es porque he comenzado las clases y porque estoy viendo por fin a mi hermano andar. Así que no os preocupéis, estas cosas a veces pasan y llorar es bueno, al fin y al cabo, siempre hay algo o alguien que te anima, lo creas o no, yo no pierdo la sonrisa ni un solo segundo. Hay que ser fuerte y sonreír por delante de todo.

Abrazos gatunos. ~